Cada vez que hablamos de Java volvemos a recordarte (casi hasta la saciedad) que es uno de los lenguajes de programación más populares del planeta. Su fama no es para menos, y es que Java da para mucho, y más. Hoy hablaremos sobre qué es el internet de las cosas. Esta expresión parece un pelín existencialista, pero no lo es, presta atención a todo lo que te contamos y descubrirás su esencia y significado. ¡Vamos allá!

 

El internet de las cosas, ¿qué es?

El internet de las cosas es un concepto que se refiere a una interconexión digital de objetos cotidianos con internet. Es, en definitiva, la conexión de internet más con objetos que con personas.

Por ejemplo, si los objetos de la vida cotidiana tuvieran incorporadas etiquetas de radio, podrían ser identificados y gestionados por otros equipos de la misma manera que si lo fuesen por seres humanos.

El internet de las cosas constituye un cambio radical en la calidad de vida de las personas en la sociedad, ofrece una gran cantidad de nuevas oportunidades de acceso a datos, servicios específicos en la educación, seguridad, asistencia sanitaria y en el transporte, entre otros campos.

Los ordenadores actuales y, por tanto, internet son prácticamente dependientes de los seres humanos para recabar información. La gran mayoría de los datos disponibles en internet fueron inicialmente creados por humanos, a base de teclear, presionar un botón, tomar una imagen digital o escanear un código de barras. Los diagramas convencionales de internet, dejan fuera a los routers más importantes de todos: las personas.

El problema es que las personas tienen un tiempo, una atención y una precisión limitados, y eso es un gran obstáculo. Somos cuerpos físicos, al igual que el medio que nos rodea. No podemos comer bits, ni quemarlos para resguardarnos del frío, ni meterlos en tanques de gas. Las ideas y la información son importantes, pero las cosas cotidianas tienen mucho más valor.

Si tuviéramos ordenadores que supieran todo lo que tuvieran que saber sobre las “cosas”, mediante el uso de datos que ellos mismos pudieran recoger sin nuestra ayuda, nosotros podríamos monitorizar, contar y localizar todo a nuestro alrededor, de esta manera se reducirían increíblemente gastos, pérdidas y costes. Sabríamos cuándo reemplazar, reparar o recuperar lo que fuera, así como conocer si su funcionamiento estuviera siendo correcto.

Cada vez es más frecuente encontrarse con nuevos dispositivos capaces de conectarse a Internet y permitir al usuario un control y manejo de forma remota desde cualquier parte del mundo, pero esto no ha hecho más que comenzar. El internet de las cosas tiene el potencial para cambiar el mundo tal y como hizo la revolución digital hace unas décadas e incluso hasta más.

 

Evolución del Internet de las cosas

Sus inicios se remontan a 1990 cuando Jhon Romkey y Simon Hacket consiguieron diseñar una tostadora con conectividad a Internet, pudiendo desde cualquier ordenador determinar su encendido, su apagado y configurar el tiempo de tostado de la misma.

A partir de este momento, se supo el potencial que tendría la posibilidad de conectar ciertos dispositivos a Internet, pero fue en 1999 cuando fueron introducidos los conceptos básicos de el Internet de las Cosas por el ingeniero Bill Joy, quien descubrió la importancia que tendría este aspecto a la hora de automatizar y disponer de control sobre una multitud impensable de dispositivos.

Ya en 2009 aparece el término Internet de las Cosas, de la mano de un artículo publicado por Kevin Ashton, en el que se hablaba de la gran funcionalidad que podría aportar conectar todo a la red para poder contar los objetos, dispositivos, saber la posición en que se encuentran, su estado y que éstos pudiesen darnos la mayor información posible sobre el entorno.

La empresa CISCO formuló mediante un estudio que la cantidad de dispositivos electrónicos conectados a la red era más elevado que la población mundial.

A partir del año 2011 se diseña el protocolo de direccionamiento de Internet IPv6, posibilitando la identificación de una infinidad de direcciones y haciendo posible el IoT.

Se estima que en menos de 10 años existan cerca de 50.000 millones de dispositivos conectados a la red.

 

Qué nos ofrece el IoT

El gran objetivo que pretende alcanzar el internet de las cosas es hacer más cómodas nuestras vidas así como proporcionar una mayor seguridad en diversos ámbitos.

¿Os imagináis un escritorio que dejará constancia de donde se ha dejado cada cosa, o una nevera que nos avise de los alimentos que están caducados o estropeados? o incluso poder controlar toda nuestra vivienda desde un smartphone o PC y millones de situaciones que se nos puedan ocurrir. Pues bien, todo ello sería posible con el Internet de las cosas, que no es más que el puro control.

 

Capacidades del Internet de las cosas

Adelantándonos un poco al futuro, se prevé que el Internet de las cosas estará dotado de una serie de ventajas y capacidades. Destacamos las siguientes:

- Comunicación y cooperación: los objetos tendrán la capacidad de conectarse a los servicios de Internet y/o entre sí, pudiendo intercambiar y actualizar datos entre ellos y  establecer comunicaciones con los servidores.

- Capacidad de direccionamiento: Esta clase de dispositivos podrán ser configurados y localizables desde cualquier lugar de la red.

- Identificación: Los objetos podrán ser identificados mediante tecnologías tales como RFID (Radio Frecuency Identification), NFC (Near Field Communication), códigos de barra de lectura óptica, o cientos de otras formas de identificar a un dispositivo en una red.

- Localización: Tendrán en todo momento conocimiento sobre su ubicación física, pudiendo saber donde se encuentra en todo momento.

- Actuación: Determinados objetos serán capaces de manipular su entorno.

 

Como podemos ver, el Internet of Things es claramente el siguiente gran paso de la industria tecnológica. Abre un mundo de posibilidades incalculable, mayor incluso que el que abrió en su momento la era digital. Todo pasaría a basarse en lo contextual, logrando una mayor independencia de los humanos y, por lo tanto, una mayor eficiencia y comodidad.

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Se prevé que durante este 2020 el Internet de las Cosas comenzará a ser algo mucho más asentado y común entre los mortales. ¿A qué esperas? como programador tendrás una profesión muy bien remunerada, gratificante y, sobre todo, un futuro inmejorable. ¡Llámanos ya!