Internet de las cosas (IoT) es un conjunto de tecnologías que hacen que existan numerosos dispositivos conectados entre sí. Esto sirve para recopilar una gran cantidad de datos que las empresas pueden emplear para mejorar sus procesos y sus decisiones comerciales. En este sentido, para sacar el máximo rendimiento posible, la conectividad en IoT es fundamental. En este artículo vamos a ver que es, para que sirve y que factores influyen en ella.
Todo esto son conocimientos que cualquier experto en IoT debe tener para poder trabajar con este tipo de tecnología. Una tecnología que tiene mucho futuro por delante y que cuenta con una amplia oferta formativa para aquellos que quiere dar impulso a su futuro profesional. Así, un curso de Internet de las Cosas (IoT): gestión de dispositivos puede ayudarte a lograr un trabajo en este sector. De esto también hablaremos a lo largo del artículo.
¿Qué es la conectividad en IoT?
La conectividad en IoT es una parte fundamental de esta tecnología. Y es que, los dispositivos IoT se basan en redes para poder comunicarse entre ellos. La forma en la que se produce este tipo de comunicación es lo que conocemos como conectividad IoT. Esto es lo que permite, en definitiva, que este tipo de herramientas puedan ejecutar las funciones para las cuales fueron diseñados.
En este contexto, los fabricantes de dispositivos IoT tienen una amplia gama de opciones cuando se trata de conectividad. No son todas iguales y algunas de ellas no están diseñadas específicamente para IoT, por lo que tienen casos de uso limitados. También existen opciones de conectividad IoT que están pensadas y diseñadas para el uso de este tipo de dispositivos.
Factores importantes para la conectividad IoT
Por otra parte, al mismo tiempo que existen distintos tipos de conectividad y soluciones para IoT, también existen algunos factores a tener en cuenta a la hora de determinar cómo funcionan este tipo de conexiones. Estos son algunos de los factores más importantes para la conectividad en IoT:
- Cobertura. Se trata de uno de los factores más importantes para la selección de un tipo de conectividad u otro. Algunos tipos de redes para IoT ya cuentan con una infraestructura que da una cobertura determinada, otras requieren que sea la empresa fabricante la que cree su propia infraestructura.
- Ancho de banda. El ancho de banda hace referencia a la capacidad máxima de la red para transmitir datos. Cuanto más ancho de banda más información se puede transmitir y, por tanto, mejor para los objetivos de la tecnología de Internet de las cosas.
- Consumo. Con frecuencia los dispositivos IoT funcionan con baterías. Esto hace que existan algunos tipos de conectividad como la Wifi, que, al no haber sido diseñadas específicamente para Internet de las cosas, hacen que los dispositivos consuman más batería. Esto hace que el ciclo de vida de las baterías sea más corto.
- Coste. Como con cualquier decisión, para encontrar soluciones para la conectividad IoT también es necesario tener en cuenta los costes. Por ejemplo, si una red ya está implementada y no hay que crear la infraestructura para ella, los costes serán menores.
- Rendimiento de los datos. Mientras que el ancho de banda era la capacidad, el rendimiento de los datos es la velocidad a la que se transfiere la información. Muchas de las aplicaciones de IoT no requieren de gran rendimiento de datos, pero otras sí. Por eso hay que escoger la conectividad IoT más adecuada a cada caso.
- Latencia. La latencia es el retraso entre que se envían los datos y el momento en el que se reciben. Cuanto menor sea, mejor es la conectividad en IoT.
- Seguridad. La seguridad es uno de los aspectos clave en Internet de las cosas. La conectividad entre dispositivos tiene muchas ventajas, pero, al mismo tiempo, la seguridad sigue siendo un punto ciego por el que se pueden colar ataques malintencionados.
Soluciones para la conectividad IoT
Entre las principales soluciones para dar salida a la conectividad en IoT nos encontramos con las siguientes:
- Móvil. La conectividad IoT móvil es la más popular ya que las redes móviles ya están implementadas en todo el mundo. Así, los dispositivos IoT tan solo necesitan de una tarjeta SIM para conectarse a ellas. Además, también están específicamente diseñadas para trabajar con grandes volúmenes de datos.
- Wifi. Es otro de los tipos de conectividad para IoT más comunes. Permite a los usuarios conectar el dispositivo a su propia red en su casa. Esto es importante pero, al mismo tiempo también tiene ciertas desventajas relacionadas con las seguridad en IoT.
- Bluetooth. Se trata de otra de las soluciones populares para la conectividad en IoT en dispositivos de uso común. Es muy fácil de configurar, pero también es de muy corto alcance. No obstante, puede emplear una malla para ampliar su cobertura. Así, cada dispositivo conectado se convertiría en un nodo separado que daría cobertura en un rango determinado.
- LoRaWAN. Se trata de una red de área amplia de largo alcance. Se trata de un tipo de red de baja potencia y está específicamente diseñada para dar soluciones a la conectividad de dispositivos IoT. Existen distintas redes de este tipo ya que cada fabricante de IoT necesita implementar su propia infraestructura de LoRaWAN.
¡Fórmate como experto en IoT!
Ahora ya sabes qué es la conectividad en IoT, como funciona, que influye en ella y que soluciones existen para conectar los distintos dispositivos IoT. Como decíamos al comienzo es uno de los conocimientos que debes tener si te interesa trabajar en este sector. Para mejorar tus opciones de futuro e impulsar tu carrera profesional, puede ser una buena idea formarse en Internet de las cosas.
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