La robótica es un elemento que cada vez está más presente en nuestras vidas. Se aplica de forma progresiva hacia diferentes ámbitos de la industria, los servicios, incluso el comercio o la agricultura.
Poco a poco, vamos aprovechando los desarrollos de robótica, hasta el punto de que hemos confirmado que, con una buena metodología, puede convertirse en una parte importante del aprendizaje de los más pequeños.
Por ese motivo, la robótica está cada vez más en la educación. De hecho, la robótica educativa tiene un peso creciente en los sistemas educativos de todo el mundo, aplicada a diferentes edades escolares.
¿Qué es la robótica educativa?
Básicamente podemos definir la robótica educativa como el aprovechamiento de los robots como base para aprender otras materias. Es decir, que los niños pueden aprender distintos conceptos educativos, con un proyecto basado en la construcción y programación de un robot.
Sin embargo, cualquier profesional de robótica educativa se apresura a explicar que no se trata solo de construir un robot y programarlo para hacer cosas. Eso no es lo único que se aprende.
Por un lado se intenta impartir otros conocimientos relacionados con ciencia, tecnología o incluso matemáticas.
Por otro lado, la metodología de la robótica educativa, basada en el trabajo en grupo de varios alumnos, motiva el desarrollo de conceptos y habilidades como la resolución de problemas mediante el análisis y la reflexión, el pensamiento lógico para afrontar obstáculos y, por descontado, aprender a trabajar codo con codo con los compañeros para, conjuntamente, encontrar una solución efectiva.
Iniciación en la robótica educativa
Para las nuevas generaciones, la iniciación en la robótica educativa se puede producir desde la etapa escolar, lo que representa una enorme ventaja a nivel profesional, si pensamos en su futuro.
De hecho, en los programas educativos de ESO (Educación Secundaria Obligatoria) hay alguna asignatura relacionada con la robótica, en ocasiones de forma específica, en otros casos como complemento a conocimientos también de tecnología o de programación informática en general.
Por tanto, la robótica educativa ya ha demostrado con creces su utilidad en la formación docente y está cada vez mejor implantada en los sistemas educativos actuales.
También hay un programa de robótica educativa bastante asentado, aunque como es lógico, mantiene un ritmo de actualización y adaptación bastante rápido.
Los estudiantes suelen aprovechar un kit de robótica, disponible en varios niveles de complejidad. Este kit plantea retos u obstáculos, que los estudiantes deben superar aplicando conocimientos tecnológicos, de matemáticas, de informática en ocasiones o incluso de ciencia.
De esta forma, consiguen en grupo construir un robot, que está programado por ellos para realizar alguna acción, cuya dificultad estará directamente relacionada con lo complejo que haya sido el kit de robótica educativa aprovechado.
Esta variable permite que la enseñanza en base a la robótica pueda aprovecharse en diferentes edades. los más pequeños cuentan con sistemas de montaje muy sencillos, con los que construir un robot capaz, por ejemplo, de dirigirse de un punto a otro.
Para estudiantes de más edad, hay complejas opciones de robótica educativa, que pueden permitir hasta desarrollar soluciones domóticas.
Formación en robótica educativa
La formación en robótica educativa para los más pequeños ya ha empezado. Ellos cuentan con una ventaja competitiva que podrán utilizar dentro de unos años, si quieren aprovechar este conocimiento para su futuro profesional.
Sin embargo, hoy en día se necesita de forma creciente a profesionales en robótica educativa, dado que su implantación crece a un ritmo mayor que el de personal cualificado disponible.
De forma concreta, los centros docentes acusan una falta de profesorado especializado en robótica educativa. De esta forma, son conscientes de las ventajas que ofrece este tipo de estudios, pero no pueden aprovecharlos, sin alguien que pueda dirigir la formación hacia los más pequeños.
Por ese motivo, realizar cursos de formación en robótica educativa constituye una de las mejores opciones profesionales, dado que la demanda de expertos en este sector es cada vez mayor y sigue sin cubrirse.
Por otro lado, la formación en robótica educativa no solo permite compartir este conocimiento como única meta profesional. Puede servir de base también para otras especializaciones, ya sea desde el punto de vista docente o bien para aprovechar la robótica, como elemento en común con otros sectores profesionales, desde crear videojuegos hasta impresión 3D, entre muchos otros.