¿Sabes a los retos a los que se enfrenta la inteligencia artificial en el futuro? En la actualidad, todos los sistemas de inteligencia artificial tienen limitaciones en lo que se refiere a emular la inteligencia humana perfectamente. Existe una razón principal para ello y es que mientras que nuestra inteligencia es general, la de los sistemas actuales es una inteligencia artificial específica.
¿Puede una máquina inteligente que juega al ajedrez, jugar a las damas? La respuesta es sí, pero sólo si se reprograma para poder hacerlo, lo que supone que olvide que también podía jugar al ajedrez. ¿Por qué esto es así?
Pues porque la máquina tiene la inteligencia específica que le permite jugar a uno u otro juego, pero no la inteligencia general que determina que sabiendo jugar al ajedrez, podría utilizar sus conocimientos para jugar a las damas, un juego que tanto en la teoría como en la práctica es más sencillo.
¿Cuánto tardaría en hacerlo una persona que sabe jugar al ajedrez? Seguramente solo unos minutos y eso no supondría que olvidase ninguno de los dos juegos, es decir, no se reprogramaría sino que utilizaría los recursos que ya conoce para aprender algo nuevo.
He aquí un ejemplo de los retos a los que se enfrenta la inteligencia artificial en el futuro y en los que muchos desarrolladores, ingenieros y programadores ya están actualmente trabajando.
¿Te gustaría ser uno de ellos? ¡No tan rápido! Antes es imprescindible conocer algunos conceptos para poder entender hacia dónde tendrá que dirigirse la inteligencia artificial en el futuro y qué limitaciones y riesgos puede presentar. ¡Te lo contamos!
Inteligencia específica vs inteligencia general
La máquina que juega al ajedrez de la que te hablamos antes es un claro ejemplo de hacia dónde ha evolucionado la inteligencia artificial durante sus más de 60 años de vida. La mayoría de los sistemas de AI, como decíamos, cuentan con una inteligencia específica mientras que la de los humanos es general.
La mayoría de los esfuerzos se han centrado en construir AI especializada y no en vano se han logrado muchísimos casos de éxito a través de máquinas totalmente capaces de realizar tareas concretas tal y como las haríamos los humanos o incluso mucho mejor que nosotros. Todo ello ha sido posible gracias al big data, es decir, a disponer de una enorme cantidad de datos, y al acceso a ordenadores de altísimo rendimiento capaces de analizarlos.
La evolución ha sido muchísimo menos fructífera en el caso de la denominada inteligencia artificial general, que sería aquella que realmente se parecería más a nuestra inteligencia. ¿La razón? El enorme reto que supone dotar a las máquinas de conocimientos no preparados previamente o prefijados, sino que ellas mismas puedan basar en el sentido común, como lo son aquellos que los humanos adquirimos a lo largo del tiempo a través de nuestras vivencias y experiencias.
Es por ello que muchos estudiosos apuntan hacia la necesidad de lograr crear agentes inteligentes corpóreos cuyos cuerpos físicos les permitan tener experiencias directas con el entorno y ser capaces de percibirlas, analizarlas y actuar en consecuencia, en lugar de que un programador proporcione determinada información que describa ese entorno.
¿Hacia dónde puede entonces dirigirse la inteligencia artificial en el futuro? Muchos apuntan precisamente a poder dotar a las máquinas de una inteligencia general, más parecida a la humana. Se tratará por tanto de intentar diseñar sistemas y máquinas con capacidad para interaccionar con entornos no restringidos ni preparados previamente (como puede serlo un tablero de ajedrez, siguiendo con el ejemplo anterior).
Otros retos de la inteligencia artificial en el futuro
Como decíamos, será imprescindible diseñar máquinas que puedan integrar sistemas de percepción, de razonamiento, de representación, de aprendizaje y de acción, pero todavía no se ha descubierto cómo integrar todos estos elementos.
Otros objetos de investigación son el diseño y creación de sistemas multiagente, las acciones planificadas, la experiencia como base del razonamiento, la comunicación entre personas y máquinas, la visión artificial, los robots humanoides, etc.
Las aplicaciones de la inteligencia artificial en el futuro seguirán dirigiéndose a los videojuegos, a las webs, a la creación de asistentes personales y bots y robots autónomos. Todo ello será importante para desarrollar aplicaciones que puedan ser útiles en campos tan dispares como el cuidado del medio ambiente, el ahorro energético, la economía, la sociología e incluso las artes.
Riesgos de la inteligencia artificial en el futuro
Si llegado el momento lográsemos crear superinteligencias artificiales en un futuro próximo, algo que muchos estudiosos del tema ven improbable debido a la dificultad de que puedan seguir procesos de socialización y culturización basados en el sentido común tal como hacemos los humanos, los verdaderos riesgos de la AI ya los conoceríamos previamente.
¿Por qué? Pues debido a que los peligros reales de la inteligencia artificial son los que se plantean actualmente debido, por ejemplo, a los algoritmos que permiten rastrear, recoger y analizar toda la información que recorre internet sobre nosotros, nuestros gustos, nuestras acciones y nuestros comportamientos.
El riesgo más tangible de la inteligencia artificial en el futuro es aquel que existe en nuestros días, que no es otro que acotar cómo debe utilizarse toda esa información de una manera ética y responsable, permitiendo a los usuarios tener acceso a ella, hacer cambios o revocar los permisos de su utilización por parte de terceros en pos de la creación de sistemas inteligentes.
Como puedes ver existen múltiples vías de estudio y por ello la inteligencia artificial en el futuro plantea la demanda de personal cualificado capaz de dar respuesta a todo lo que está por llegar.
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