Si vas a dedicarte profesionalmente a desarrollo de software, necesitas conocer el control de versiones. Es esencial para centralizar el trabajo, recuperar las versiones y hacer guardados seguros de cada etapa.
Es una herramienta más para un Máster en Programación Full Stack: aplicaciones web o para cualquier profesional que se maneje en lenguajes y desarrollo. ¡Descubre como usarlos a tu favor!
¿Qué es el control de versiones y por qué es importante?
El control de versiones es un software que imprime cada cambio desarrollando un código a medida que se edita y los guarda para su recuperación.
Mantener un control de versiones permite un desarrollo de código seguro, eficiente y ágil.
Seguir una política de control de versiones es clave en el desarrollo de código, especialmente en proyectos colaborativos.
El portal de Learn de Microsoft expone los principales motivos por los que es importante:
- Ayudan a distribuir soluciones a tiempo.
- Expone el aprendizaje de nuevas herramientas a los/as siguientes compañeros/as.
- Evita la reproducción de errores para quienes retomen el código.
- Unifica el flujo de trabajo en el proceso de desarrollo.
- Sincronizar las versiones permite codificar sin que los cambios se solapen.
- Las modificaciones se guardan en un historial, un registro útil para revisar todas las etapas del proyecto, corregir y recuperar código con facilidad.
- El control de versiones automatiza tareas, por lo que agiliza el flujo de trabajo.
Sistemas de control de versiones más utilizados
Te conviene conocer los sistemas de control de versiones más populares especialmente en entornos corporativos.
Git, Subversion, Mercurial... Si quieres adentrarte en el mercado laboral como programador/a, es hora de que los conozcas.
Git
Uno de los softrware de control de versiones más usados es Git. Es rápido, impecable para el desarrollo en rama y, además, tiene el respaldo de una gran comunidad de usuarios que nutren la documentación para sacarle el máximo partido.
Sigue una estructura distribuida, con clones que almacenan un repositorio con historial y ramificaciones.
Subversion (SVN)
Subversion sigue un sistema centralizado donde se trabaja sobre un repositorio con todo el historial de cambios. Complica la fusión de ramas, pero dependiendo del proyecto esto puede ser una ventaja.
Mercurial
Un control de versiones recomendable para proyectos medianos y con un sistema intuitivo es Mercurial. Sigue un repositorio distribuido y admite extensiones conforme avancen las necesidades del proyecto, si van en aumento.
Perforce (Helix Core)
Perforce (Heliz Core) es una opción recomendable los proyectos con un gran volumen de recursos multimedia, porque es ágil en el manejo de archivos binarios. Además, es un sistema concebido para trabajos ambiciosos y crear flujos flexibles entre una comunidad amplia de desarrolladores/as.
Microsoft Team Foundation (TFVC)
Si necesitas integrar todas las funcionalidades de Microsoft, el control de versiones TFVC será tu mejor aliado. Tendrás a tu disposición controles de acceso para archivos y carpetas, fusiones de código simplificadas y un historial de cambios pormenorizado.
Mejores prácticas en el control de versiones
Tener una guía de buenas prácticas en el control de versiones garantiza unos estándares de calidad, a la vez que ayudan a sacar los proyectos adelante con un menor índice de incidencias. Toma nota de los principios básicos.
Unificar el sistema de versiones
Es importante que todo el equipo confíe en un único sistema de control de versiones que sea más adecuado para cada proyecto.
Así todos/as están en el mismo barco, no se pisan los cambios y se tiene un historial fiable de todo el proceso.
Aplicar ramas de desarrollo
Sigue un desarrollo paralelo con ramas que permitan experimentar, corregir errores y aportar a cada etapa a los proyectos.
De lo contrario, pueden surgir conflictos en la creación de código y echar por tierra el trabajo de otros/as profesionales.
Haz un uso lógico de los commits
Aunque en tu cabeza tengas claro tu criterio y toma de decisiones, es importante que documentes los cambios en el sistema de versiones y el recurso más útil son los commits. Porque:
- Puede fallarte la memoria y olvidarte el razonamiento tras el proceso.
- Otros/as compañeros/as pueden tener dudas sobre la lógica tras tus decisiones.
- Facilitarte la incorporación y onboarding a nuevos/as integrantes del equipo que no estén familiarizados con los flujos de trabajo internos.
Para que sean commits eficaces, deben:
- Ser atómicos: no te explayes sin necesidad, aporta píldoras de información que se entiendan en un golpe de vista.
- Ser descriptivos para reflejar todo el proceso en pocas palabras.
- Utiliza información segura. Por ejemplo, no incluyas contraseñas o datos sensibles que puedan suponer un riesgo para la empresa, cliente o personal.
- Si el código lo van a revisar fuera de tu círculo de confianza, no incluyas referencias informales y excluye directorios no deseados.
Integra los cambios con frecuencia
No dejes para mañana lo que puedes integrar en el momento, porque nunca se sabe las consecuencias de postergarlo.
Guarda los cambios en las ramas de desarrollo para evitar posibles conflictos con otros esfuerzos y no perder tus avances.
Sigue un protocolo estandarizado
Los equipos deben trabajar de forma colaborativa y siguiendo un protocolo estandarizado. Así pueden adaptar unas rutinas unificadas y moverse con los mismos criterios.
Por eso es importante una formación que ofrezca las mismas directrices a todos los equipos.
¡Usa el control de versiones en tu práctica profesional!
El desarrollo de código es un servicio valorado en los entornos profesionales y suele ser un trabajo en equipo.
Por eso, hacer un buen uso del control de versiones te facilitará la integración en el mundo corporativo, algo que aprenderás con una buena formación.
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